[ABIERTA] Extensión de la fecha límite: Salud y migración en las Américas



La Organización Panamericana de la Salud (OPS) a través de los departamentos de Sistemas y Servicios de Salud (HSS), Emergencias de Salud (PHE), y de Determinantes Sociales y Ambientales para la Equidad en Salud (DHE), en coordinación con el Departamento de Evidencia e Inteligencia para la Acción en Salud (EIH), invita a todos los actores nacionales e internacionales a participar en la Convocatoria de Buenas Prácticas en Salud y Migración en las Américas.

El objetivo es reunir buenas prácticas en la Región de las Américas para fortalecer las acciones dirigidas a proteger el derecho a la salud de los migrantes y asegurar el acceso equitativo a servicios de salud de calidad. Esta Convocatoria también pretende promover el intercambio de conocimientos de diversas intervenciones que abordan las necesidades de los migrantes y servir de guía para la búsqueda de soluciones a corto, mediano y largo plazo en diversas áreas geográficas y contextos.

Información general

Debido al dinámico movimiento de población intra y extrarregional en las Américas, la migración sigue siendo un tema prioritario en las agendas y en los debates políticos de muchos países de la Región. Los flujos migratorios se componen en su mayoría de personas que se dirigen hacia América del Norte, principalmente desde Guatemala, Ecuador, Honduras y México. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la frontera entre México y Estados Unidos es el mayor corredor migratorio del mundo. El desplazamiento de ciudadanos venezolanos en los últimos años también ha seguido aumentando y ahora se considera el segundo mayor desplazamiento en todo el mundo, con más de 7,7 millones de refugiados y migrantes, de los cuales más de 6,5 millones se han reasentado dentro del continente americano, huyendo principalmente a países vecinos. También se han desplazado a varios países de Sudamérica personas procedentes de Venezuela, así como del Caribe, especialmente Haití y Cuba. Resulta especialmente preocupante el elevado número de niños y adolescentes que se desplazan, a menudo solos; sólo en las Américas se concentra aproximadamente el 26% de todos los migrantes internacionales.

Sea porque las personas deciden emigrar por motivos económicos o porque se ven obligadas a hacerlo, millones de ellas se enfrentan regularmente a multitud de retos en cada etapa del proceso migratorio: salida, tránsito, llegada y retorno. A menudo están expuestos a una serie de factores que ponen en peligro su salud física y mental, como la trata de personas, el secuestro, la violencia sexual y de otro tipo, el robo y la necesidad de atravesar terrenos naturales peligrosos, entre otros factores que también provocan que muchos mueran en ruta. Además, a lo largo del proceso migratorio, es frecuente que los migrantes se queden sin acceso, o con acceso limitado, a atención sanitaria primaria, medicamentos, vacunas y servicios sanitarios de urgencia. Por ello, a menudo se desatienden las necesidades sanitarias de los migrantes, especialmente en materia de salud maternoinfantil, atención de urgencia, prevención y control de enfermedades transmisibles y no transmisibles, salud sexual y reproductiva, y salud mental y apoyo psicosocial.

Además, muchos migrantes (especialmente los indocumentados) se integran de forma precaria en los países de destino, sobre todo en lo que respecta a la entrada en el mercado laboral y los lugares de residencia. En consecuencia, los migrantes tienden a ser colocados en empleos de menor calidad en los que son vulnerables a enfrentarse a trabajos forzados, sin derecho a protección social ni cobertura sanitaria. También están más expuestos a condiciones de trabajo perjudiciales para su salud física y mental. En el momento de su llegada, la mayoría de los migrantes en situación de vulnerabilidad, incluidos a menudo los trabajadores migrantes temporales, tienden a vivir en asentamientos informales y barrios marginales. En estas zonas, los migrantes están más expuestos a la violencia, la escasez de agua y saneamiento, los accidentes de tráfico y las catástrofes naturales como inundaciones o corrimientos de tierra, entre otras condiciones perjudiciales.

La multitud de barreras legales, económicas, socioculturales y de otro tipo para acceder a los servicios sanitarios esenciales y a otros servicios sociales, como los que proporcionan alimentación y nutrición, vivienda, etc., aumenta las desigualdades ya existentes en la Región. Esto deja a los migrantes en situaciones agravadas de vulnerabilidad. Para hacer frente a este problema, y en consonancia con los compromisos asumidos por los Estados Miembros para lograr el Acceso Universal a la Salud y la Cobertura Sanitaria Universal, es imperativo proporcionar acceso a servicios de salud integrales, eficientes y de calidad a la población migrante (incluidos los refugiados, los solicitantes de asilo, los desplazados internos, los trabajadores temporeros y los migrantes irregulares o regulares), además de a las poblaciones de acogida. Como resultado, los Estados Miembros han asumido nuevos compromisos regionales e internacionales a través de varios marcos que incluyen, entre otros, la adopción del Plan Mundial de la OMS para la Promoción de la Salud de los Refugiados y los Migrantes (renovado, 2023-2030) y la elaboración del Documento de Orientación de la OPS sobre Salud y Migración 2019, que proporciona cinco líneas estratégicas de acción en las que se basa esta convocatoria de buenas prácticas.

Aunque muchos actores, desde los legisladores hasta las organizaciones de la sociedad civil, han avanzado para abordar las necesidades sanitarias de los migrantes, aún queda mucho por hacer que requiere una sólida colaboración y coordinación intersectorial en áreas temáticas que deben destacarse a la hora de abordar las causas subyacentes de los problemas de salud de los migrantes.

Los ejemplos exitosos relacionados con la migración y la salud deben ser reconocidos y capitalizados para facilitar la implementación de acciones efectivas más ampliamente en la Región. Esta convocatoria fomentará el intercambio de conocimientos sobre las lecciones aprendidas y los buenos ejemplos, actuando como catalizador para reproducir soluciones similares a corto, medio y largo plazo en otros contextos dentro de la Región.




Buenas prácticas publicadas

La difusión de las Buenas Prácticas aprobadas está prevista para julio de 2024.




Esta convocatoria está ABIERTA a la recepción de propuestas.

Participantes:

  • Autoridades nacionales (instituciones de salud pública y otros sectores relacionados)
  • Instituciones académicas
  • Organizaciones de la sociedad civil
  • Organizaciones no gubernamentales
  • Agencias de medios de comunicación
  • Instituciones de investigación
  • Expertos (profesionales, legisladores, investigadores)

Idiomas:

  • Inglés
  • Español
  • Portugués

Submission deadline:
31 de mayo de 2024 (extendido)



Información adicional sobre esta convovatoria

Material de apoyo de la convocatoria

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Comité de Revisión Técnica

Se extiende un reconocimiento a los siguientes miembros del Comité de Revisión Técnica de esta Convocatoria de Buenas Prácticas que llevarán a cabo la valoración técnica de las propuestas recibidas:

NombreAfiliaciónPaís
Celso BambarenOrganización Panamericana de la Salud
Ietza BojórquezColegio de la Frontera Norte*México
Andrea CortinoisUniversity of Toronto; Dalla Lana School of Public Health*Canada
Anaclaudia Gastal FassaOrganización Panamericana de la Salud
Natalia HoughtonOrganización Panamericana de la Salud
Julie IssaOrganización Panamericana de la Salud
Fabrizio MendezOrganización Panamericana de la Salud
Alexandra ObachUniversidad del Desarrollo*Chile
Orielle SolarOrganización Panamericana de la Salud
* Actuando en su capacidad individual

Conflictos of Interés

Comité de revisión técnica

Ninguno a declarar.

Fuentes de financiación

OPS/OMS.


Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud
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