El Centro Provincial de Adultos Mayores (CEPAM), dependiente del Ministerio de Salud de la provincia de Jujuy, junto con OPS Argentina, llevaron adelante la implementación del Programa Diabfrail sobre prevención y abordaje de diabetes en personas mayores. Su ejecución articuló recursos y capacidades locales e integró los principios y herramientas del Programa a fin de generar un abordaje participativo que, a su vez, permitiera medir resultados. El Centro provincial de Adultos Mayores (CEPAM) funciona en San Salvador de Jujuy como un espacio de encuentro y de cuidado integral de salud, que fomenta la prevención de las enfermedades y la promoción de la salud de las personas mayores, a través de actividades físicas y culturales y del fortalecimiento de redes entre pares. Además de contar con gimnasio y pileta de natación, brindan talleres de canto, danza, radio, escritura y de educación para la salud, entre muchos otros. Está integrado por un equipo interdisciplinario de profesionales de salud, de medicina, nutrición, salud mental además de talleristas, docentes y una psicomotricista. En este marco, la incorporación del Programa Diabfrail permitió que profesionales adquirieran nuevas herramientas para el trabajo en prevención y mejora en el tratamiento de diabetes. La convocatoria contó con más de 70 inscriptos. A las personas interesadas se les tomó una prueba sencilla para evaluar su fragilidad a través de una herramienta que consideraba: test de equilibrio, test de velocidad en marcha y test de levantarse de la silla. En base al puntaje asignado, se agrupó a los participantes en cuatro categorías (A, B, C o D) y se les asignó un conjunto de ejercicios para mejorar su estado físico, considerando sus capacidades actuales. Esto incluía un pasaporte personal en el que cada persona iba registrando sus avances. Si bien estaba previsto que los ejercicios se realizaran en el hogar, muchos participantes preferían asistir diariamente al CEPAM y realizarlos con sus pares y/o bajo supervisión de la profesional psicomotricista. Estas actividades fueron acompañadas por otros espacios ejercicios y recreativos, así como talleres sobre alimentación saludable, carga glucémica de alimentos durante las fiestas de fin de año y seguimiento de una profesional médica diabetóloga. Como se indicará en próximos apartados, las personas mayores participantes experimentaron mejoras sustanciales en su tratamiento para la diabetes, con avances medibles en su autonomía funcional y mayor sensación de bienestar y confianza para enfrentar esta enfermedad. De esta manera, esta iniciativa integró: seguimiento profesional personalizado, incorporación de criterios de autocuidado y acompañamiento y apoyo entre pares.
• Brindar herramientas para la mejora en el tratamiento y manejo de diabetes en personas mayores. • Promover espacios de apoyo y participación entre pares, desde un enfoque integral de la salud que incorpora aspectos bio-psico-socio-emocionales. • Mejorar la autonomía funcional de las personas mayores a través de ejercicios físicos acordes a su capacidad. • Ofrecer herramientas educativas y terapéuticas que mejoren la adherencia al tratamiento farmacológico. • Integrar el Programa Diabfrail a las estrategias que implementa el CEPAM, desde un enfoque de salud comunitaria.
Esta iniciativa contó con 2 pilares de intervención: actividad física y educación diabetológica. Cabe destacar que la mayoría de las acciones se desarrollaron mediante dinámicas grupales, lo que fortaleció los lazos de apoyo entre pares e impulsó una actitud más positiva hacia el aprendizaje y apropiación de pautas de cuidado. La actividad física constó de una prueba inicial estandarizada, realizada con supervisión de profesionales. Como resultado de esta prueba se asignaba una categoría vinculada con la destreza física y una serie de ejercicios sencillos, con elementos que podían conseguirse en casa (por ejemplo, una botella, una silla) que debían realizarse diariamente. La gran mayoría de las personas mayores participantes avanzaron de la categoría asignada inicialmente, observándose mejoras en su funcionalidad en el transcurso de las semanas. La recategorización se realizaba de manera grupal, de manera que, en cada ocasión, compartían y festejaban en el grupo los logros de sus pares. Más de 70 personas se sumaron al Programa, completándose el registro de progreso de 20 participantes, observándose avances significativos en las categorías funcionales durante el transcurso de 12 semanas (ver archivo adjunto al finalizar la presentación con cuadro comparativo). La actividad física se consideró como un pilar fundamental del tratamiento, visualizando mejorías en su funcionalidad con cada prueba, a la vez que compartían y festejaban en el grupo los logros de sus pares. Los participantes refieren que los 2 pilares de intervención (actividad física y educación diabetológica) ayudaron a mejorar la adherencia a su tratamiento, entendiendo el proceso de enfermedad, posibles complicaciones, alimentación saludable, actividad física y tratamiento farmacológico. Respecto al segundo pilar, a través de distintas jornadas participativas semanales, las personas mayores se sumaron a talleres con profesionales del CEPAM. Estos encuentros presenciales semanales se abordaban distintos ejes educativos: conocimiento sobre diabetes, objetivos glucémicos, complicaciones agudas y crónicas, reconocimiento de síntomas de hipoglucemia, importancia del abordaje nutricional, el uso de medicamentos: agentes no insulínicos, como insulínicos; importancia de la actividad física, etc. De esta manera, el Programa habilitó instancias de educación entre las personas mayores y las profesionales de salud. También fue un espacio donde los participantes en grupo pudieron expresar sentimientos, emociones, mitos y creencias que rodean al tema; compartir experiencias y situaciones que entre sus pares se sentían reflejados. Asimismo, los contenidos educativos eran aprovechados para ampliar la difusión de lo aprendido en sus familias y amigos, por lo que actuaban como agentes multiplicadores de lo aprendido.
El Programa Diabfrail ha logrado articularse con distintas iniciativas del Centro Provincial, como: talleres sobre alimentación saludable y conteo de carbohidratos, actividades físicas complementarias como natación o baile. Esto ha generado una mayor sinergia de recursos, así como abordajes integrales en la prevención y tratamiento integral de diabetes. Asimismo, las instancias participativas y el fortalecimiento de grupos de pares ha mejorado la actitud hacia el tratamiento y hacia pautas de autocuidado, a fin de tener un abordaje integral en lo que atañe a la diabetes, pero también a otros factores protectores de la salud vinculados con la alimentación saludable y el ejercicio regular. Estos aspectos son fundamentales para prevenir la fragilidad en las personas mayores, brindando mayores oportunidades de un envejecimiento activo y saludable. En referencia a los temas transversales, el enfoque de derechos humanos, género e interculturalidad estuvieron presentes en la propuesta. La población de la provincia cuenta con una importante proporción de comunidades originarias, lo que fue tenido en cuenta al momento de planificar las intervenciones educativas, considerando el aspecto cultural tanto en las prácticas alimentarias como las pautas para el cuidado de la salud.
El Programa se desarrolló tal como estaba previsto, articulando estrategias y recursos locales del CEPAM. Respecto a la participación sostenida de las personas mayores, ésta muchas veces se vio afectada por otros problemas de salud, ya sea propios o familiares, o por factores climáticos. Algunas personas fueron incorporándose en el transcurso del Programa y otras tenían una participación más bien intermitente. Por otra parte, la incorporación de hábitos como el ejercicio físico diarios implican un cambio comportamental que en muchas personas requiere tiempo y seguimiento en el transcurso de meses.
prevención y abordaje integral de diabetes
El Programa Diabfrail tuvo un financiamiento modesto que fue utilizado de manera eficiente, en articulación con los recursos locales. Las capacitaciones que recibieron las profesionales y el Director del CEPAM se realizaron de manera virtual y fueron dictadas por referentes de OPS, de Washington y de Colombia. Desde Buenos Aires hubo un solo viaje de monitoreo y el resto del apoyo técnico se realizó vía virtual. Se aprovecharon los espacios físicos del CEPAM y se maximizó la convocatoria de personas mayores a través de este espacio. Para las instancias educativas se utilizaron los formatos brindados por el Programa, en formato digital. Únicamente se imprimieron pasaportes y ruedas de ejercicios, dado que las personas mayores estaban más familiarizadas con el formato papel y era importante que tuvieran esta guía en su casa.
La iniciativa presentada tiene potencial para su replicabilidad en otras jurisdicciones. Las estrategias propuestas por el Programa Diabfrail ofrecen un formato sencillo y adaptable: una prueba de destreza física en 3 pasos y en base a esta evaluación una categoría sobre la que se comienza a trabajar para lograr mejoras. Para las personas mayores, se trata de una serie de ejercicios con elementos que pueden encontrarse en el hogar y un pasaporte para el registro. Posteriormente, las recategorizaciones se basan en volver a realizar las mismas pruebas y verificar si se realizan en menor tiempo y con mayor facilidad. Por otra parte, las dinámicas educativas grupales y los encuentros entre pares pueden realizarse en los espacios disponibles en cada jurisdicción, como un centro de jubilados, un salón de usos múltiples del municipio o un salón de una escuela. Por último, debe subrayarse que esta estrategia fue coordinada e implementada por 2 profesionales, dando cuenta de que no es necesario contar con una gran cantidad de recursos humanos para llevarlo adelante.
Las dos profesionales que coordinaron el Programa, una médica diabetóloga y una psicomotricista, son parte del equipo de CEPAM. Esto permite que la formación y los aprendizajes continúen como un activo. El CEPAM, por su parte, realiza distintas iniciativas desde la perspectiva de envejecimiento activo y saludable, considerando el derecho a la salud y el bienestar de las personas mayores.
No se identificaron grandes obstáculos. Un desafío habitual es sostener la participación de las personas a lo largo de los meses y lograr cambios de hábito. Existe una brecha entre la adquisición de la información sobre salud y su puesta en práctica.
Como se evidencia, este tipo de Programas son sumamente valiosos y bien recibidos tanto por las personas mayores como por las profesionales. Uno de los aspectos clave de aprendizaje fue visibilizar esta enfermedad y su abordaje desde un enfoque más integral, y no glucocéntrico. La educación diabetológica fue un pilar importante para mejorar adherencia terapéutica tanto farmacológica como no farmacológica. Sería importante continuar replicando esta estrategia, especialmente en jurisdicciones con tanto compromiso. La combinación de ejercicios y el monitoreo de mejoras fue un factor clave para incentivar la continuidad en el Programa y generar un mayor entusiasmo y adherencia en las acciones de autocuidado de los participantes. Por otra parte, el desarrollo en el CEPAM permitió un abordaje grupal, además de individual, lo que favoreció la conformación de redes entre pares, de cuidado y de incentivo mutuo en el desarrollo de las actividades previstas.
Anciano; Participación de la Comunidad; Prevención de Enfermedades; Planificación Social; Enfermedades Metabólicas; Atención Integral de Salud
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Institución nacional (ministerio de salud, instituto de salud, laboratorio, etc.) |
Objetivo 3 - Meta 3.4 |